viernes, 29 de junio de 2012

On My Own Off..

Y, de repente, ya nada era poético, ni la lluvia, ni el mar espumoso como la cerveza rubia, ni los viajes en autobús, ni las amadas y odiadas matemáticas, ni los mirlos que nacieron el verano pasado, ni el café con colacao de por la mañana, ni la fantasmal estación de Chamberí, ni los libros raídos y sin raer de Orwell, ni las viejas fotografías de los 90, ni 1808, ni el 9.5 en filosofía, ni los melocotones, ni el blanco puro, ni sus rizos castaños, ni los aminoácidos, ni los fractales, ni el beso que nunca me atreví a darle, ni Queen, ni Suiza, ni las viejas medallas de gimnasia rítmica, ni las clases de inglés/literatura/filosofía de vida, ni las misiones universitarias, ni las conversaciones bajo el sol estival, ni la guitarra -la acústica, la española no cuenta-, ni el djembé, ni el vestido rojo, ni los tacones negros, ni la oración de por la noche -y eso me preocupaba-, y ni siquiera en francés... ¿Acaso se puede mirar al mundo sin un atisbo de poesía?





Mais... liberté!!!