lunes, 31 de mayo de 2010

Perfección áurea

¿Filantropía? No, es mucho más que eso; es un sueño, la bandera de un ideal, un pasado y un futuro, un proyecto inacabado, etéreo y difuso, magia que fluye hasta el cielo e imperfecta perfección cuadrada ... ¿Filantropía? Yo diría más bien, dobleplusfilantropía... ¿No crees?



jueves, 27 de mayo de 2010

Shut up!

Decía nuestro querido padre y fundador Joseph Kentenich: "La soledad es fecunda"; yo aún diría más: "El silencio es fecundo". Ese silencio (de cuerpo y alma), que conlleva un autoconocimiento, una meditación profunda y una madurez oportuna, unas palabras sinceras y afectuosas con Dios y, por consiguiente, una paz y serenidad que sólo pueden tener su origen Ahí Arriba...

[Esto lo digo desde la experiencia: desde la mía propia personal interior, y de la de verme reflejada en ciertas caras de angustia y desesperación "moderadas" de ciertos profesores, si no son casi todos...]

Decía mi ex-profe Montse: "no me extraña que tengan miedo al silencio. Igual si se escuchan a sí mismos..."

Decía mi amiga Ana: "cada cosa tiene su belleza, pero no todos saben verla, cállate y escucha"...

Cuánta razón teníais los tres...

Mas... no desesperéis, ya que, al fin al cabo, siempre tenemos la oportunidad de ponerle un esparadrapo al mundo ;)

martes, 18 de mayo de 2010

Smile!


3. Sólo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido creado para la felicidad, no sólo en el otro mundo, sino en este también.


Juan XXIII

¡Ah!, se me olvidaba recordarte, mi querido amigo,
esta postdata que no has de olvidar:
¡SONRÍE, DIOS TE AMA!

domingo, 9 de mayo de 2010

¿Distopía contemporánea?


No, no me gusta verte triste,
no me gusta ver tus ojos desbordados
de cientos de lágrimas que no pediste,
que marcan violentamente dos surcos salados.

No, no me gusta verte decepcionada,
por culpa de alguien que no supo corresponder
ese amor que tú le regalaste, de fe inundada,
sin esperar parte alguna de su ser.

Quiero en cambio, que recuerdes tiempos de alegría,
donde veías en todo la gracia del Rey Celestial;
en lo extraordinario, pero también en el día a día.
Todo te llenaba cual haz de luz que ilumina un límpido cristal.


"Recuerda que las cosas malas no merece la pena llorarlas:
Aprovecha por tanto tu valioso tiempo en vivir y disfrutar los momentos buenos."