RIMA IV (V - VI)
No digáis que, agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira;
podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.
Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas,
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista,
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías,
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!
Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista,
mientras la humanidad siempre avanzando
no sepa a dó camina,
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!
Mientras se sienta que se ríe el alma,
sin que los labios rían;
mientras se llore, sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan,
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡habrá poesía!
Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran,
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira,
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas,
mientras exista una mujer hermosa,
¡habrá poesía!
Mientras José Manuel siga cultivando,
la curiosidad del niño que le mira.
Mientras nos relate de nuevo
mil y una fantasías.
¡habrá poesía!
Mientras Jesús nos siga examinando
del Test de Cooper en invierno.
Mientras toque de nuevo
en guitarra ajena una süave melodía.
¡habrá poesía!
Mientras Marisa siga intentando
callarnos durante todo el santo día.
Mientras nos enseñe de nuevo,
extensas fórmulas de geometría.
¡habrá poesía!
Mientras Carmen nos siga planteando
etéreas preguntas existenciales.
Mientras vuelva a tocar de nuevo,
en Milwaukee la batería.
¡habrá poesía!
Mientras Dolores nos siga infructuosamente explicando
la ética Nicomáquea.
Mientras vuelva a luchar de nuevo
por debatir al menos una vez al día.
¡habrá poesía!
Mientras Belén nos siga recomendando
las mejores obras de la Literatura Clásica.
Mientras nos dicte de nuevo
los interminables apuntes del Mester de Clerecía.
¡habrá poesía!
Mientras Patricia siga encauzando
a su antojo nuestros gustos musicales.
Mientras intente de nuevo
que toquen mil y una guitarras en la Eucaristía.
¡habrá poesía!
Mientras Fran siga colaborando
en el grabado de los vídeos de Edific.
Mientras nos cuente de nuevo
el chiste de Toronto en clase de tecnología.
¡habrá poesía!
Mientras Nacho siga procurando
que nos apasione la química más que la física...
Mientras se ría de nuevo
cuando aludimos a su peinado de peluquería.
¡habrá poesía!
Mientras Juana siga mostrando
esa misteriosa sonrisa con la ceja levantada.
Mientras se empeñe de nuevo
en que aprendamos los verbos irregulares y su terminología.
¡habrá poesía!
Mientras Juan Carlos siga enamorando
a las niñas del pasillo de abajo.
Mientras quiera de nuevo
hacernos aprender la Historia en Cuaderna Vía.
¡habrá poesía!
Mientras Eva se siga esforzando
en preparar improvisadas obras para Navidad.
Mientras quiera empezar de nuevo
con ilusión cualquier otra filología.
¡habrá poesía!
Mientras María siga intentando
que nos deleitemos con la novela y el teatro.
Mientras vuelva a ser de nuevo
un ejemplo a seguir para los alumnos de su tutoría.
¡habrá poesía!
Mientras los demás sigan caminando
por el espinoso camino de la educación.
Mientras retomen de nuevo
las fuerzas para actuar con valentía.
¡habrá poesía!
Mientras sigáis teniendo el coraje
de actuar día a día,
mientras no desesperéis en el intento
de cambiar una o mil vidas,
mientras vuestros corazones impetuosos
luchen contra la tiranía,
mientras continuéis dejando impresa la huella
en el alma pura de quienes ya no viran,
mientras sigáis comprometidos con la vida misma.
¡habrá poesía!

En nombre de todos mis compañeros, Gracias a todos por habernos enseñado tanto durante tanto tiempo, por habernos educado en la humildad, en la sencillez y en la modestia, o, al menos, por haberlo intentado. ¡Muchas gracias!