Desde hoy no habrá más teorías ya,
dame más, dame ciencia en acción,
dame comprender de una vez esta inútil devoción,
pues no quisiera perder ni mi fe ni la paz.
No me preguntes más quién es el autor de Hamlet, ni la métrica de La vida es sueño. Dame en cambio un libro viejo, y enséñame a abrirlo con cuidado y a saborear cada página, con sus personajes, aventuras, dichas y tragedias. Déjame surcar el Egeo a bordo de La Ilíada, déjame descubrir el amor de la mano de Anna Karenina, déjame iniciar la revolución helvética luchando junto a Guillermo Tell...
No me des más la fórmula de la ecuación de segundo grado, ni las propiedades de las funciones logarítmicas. Dame la naturalidad para poder experimentar con mi imaginación, déjame jugar con las funciones trigonométricas, déjame estudiar un perfecto tetraedro y sus proporciones aúreas, déjame meditar sobre el Epitafio de Seikilos, sobre su resolución y misterio, déjame averiguar todos los decimales de pi...
No me vuelvas a repetir los Catorce Puntos de Wilson, tampoco me preguntes más cómo se estructura el Sistema de Gobierno estadounidense, porque sabes que no conseguiré aprenderlo. Déjame en cambio bordar la bandera de cada cantón suizo, déjame trasladarme a la Revolución Rusa de 1917, no me dejes vivir ni por un día en Auschwitz, déjame construir la Catedral de Köln y subir hasta arriba, déjame descubrir el origen de mi apellido, y toda su heráldica...
[...]
2 comentarios:
No podrás querer huir de Auschwitz, ver las torres de la Bastilla humeando o escuchar en directo la independencia de EEUU si antes alguien no te transmite que eso merece la pena...
Decimos más con lo que somos que con lo que decimos. Y no te fíes de lo que te digan de otras personas.
Beso.
Ya, si eso ya lo tengo asumido; ahora sólo necesito un libro viejo, una hipótesis que comprobar y, una máquina del tiempo, por supuesto.
Supongo que no es mucho pedir, ¿verdad?
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