domingo, 3 de enero de 2010

¿Objetivo conseguido?

¿Y ahora qué? ¿Qué te sucede?

Te recuerdo que toda tu vida has estado esperando con imperturbable anhelo este momento.

¿Por qué te quedas bloqueado ante la perfección de tu sueño? Adelante, abre tu regalo.

¿Acaso no imaginabas que Dios escucharía tus plegarias de esta manera?

Sé que no era justo lo que habías pedido, pero Él nunca se equivoca; creeme, por algo será...

¿Y ahora qué?

Gracias, Señor por no haberte olvidado de mí.

3 comentarios:

Negrevernis dijo...

Experiencia que acerca y personaliza el trascendente... Me alegro si ha sido así.

A dijo...

Sabes? Justo lo que necesitaba :)

Miguel dijo...

Jajaja No sé si coincidencia o no, pero...Genial! Jaja